El interés por el neurofeedback ha crecido en las últimas décadas como herramienta de intervención en trastornos del neurodesarrollo y dificultades emocionales. Aunque cada vez hay más estudios, su efectividad todavía está en evaluación en algunas áreas clínicas. A continuación, revisamos qué es el neurofeedback, la evidencia científica y los principales beneficios y limitaciones de esta técnica.
Fuentes de referencia:
¿Qué es el neurofeedback y para qué sirve?
El neurofeedback es una técnica de autorregulación cerebral que utiliza el registro en tiempo real de la actividad eléctrica del cerebro, habitualmente a través de un electroencefalograma (EEG), para modificar patrones disfuncionales mediante refuerzo positivo. En la práctica clínica, el neurofeedback se utiliza como herramienta complementaria en personas con dificultades atencionales, de gestión emocional o de autorregulación. La estrategia del neurofeedback consiste en mostrar a la persona información visual o auditiva sobre su actividad cerebral, con el objetivo de que aprenda a modularla voluntariamente. Al preguntarnos sobre el neurofeedback qué es y para qué sirve, es clave considerar su aplicación en contextos como el TDAH, la ansiedad, la depresión o el TEA, donde se ha investigado su impacto clínico.¿Hay evidencia científica del neurofeedback?
La evidencia científica del neurofeedback ha crecido en los últimos años, aunque con limitaciones metodológicas en algunos estudios. Las revisiones sistemáticas y metaanálisis muestran resultados prometedores, especialmente en el tratamiento del TDAH, donde se ha acumulado mayor número de estudios controlados en tests neuropsicológicos. Veamos la evidencia del neurofeedback en ejemplos concretos.Evidencia del neurofeedback en el TDAH
El neurofeedback ha mostrado eficacia en la reducción de síntomas de inatención e impulsividad, especialmente cuando se emplean protocolos como theta/beta, que trabaja el equilibrio entre ondas cerebrales asociadas con la concentración y la distracción. En algunos estudios, los efectos se han mantenido en el seguimiento a largo plazo y han sido comparables a los observados con fármacos estimulantes. Además, usar ciertos patrones detectados en el EEG (biomarcadores) permite adaptar el entrenamiento a las características individuales del paciente, lo que puede mejorar su eficacia.Evidencia del neurofeedback en la ansiedad y depresión
En personas con ansiedad o depresión, el neurofeedback puede ayudar a regular la actividad cerebral vinculada a hiperactivación emocional o rumiación. Estudios piloto han mostrado una disminución en la sintomatología ansiosa y mejoras en el estado de ánimo tras programas de entrenamiento específicos, aunque los resultados son menos consistentes que en TDAH.Evidencia del neurofeedback en el TEA
En el trastorno del espectro autista (TEA), se ha explorado el uso de neurofeedback para mejorar funciones ejecutivas, autorregulación emocional y habilidades sociales. Si bien los resultados preliminares son positivos, las muestras suelen ser pequeñas y se requiere mayor investigación con ensayos controlados.Evidencia del neurofeedback en otros trastornos
También se han estudiado los efectos del neurofeedback en insomnio, dolor crónico, epilepsia, adicciones y trastornos del aprendizaje. En general, se observa una mejoría clínica en síntomas específicos, aunque el nivel de evidencia aún es moderado o preliminar.¿Cuáles son los pros y contras del neurofeedback?
Vamos a ver los pros y contras del neurofeedback: Entre sus principales beneficios se encuentran:- Intervención no farmacológica y no invasiva.
- Potencial para efectos duraderos tras finalizar el entrenamiento.
- Adaptación personalizada según perfiles cognitivos y neurofisiológicos.
- Aplicabilidad en población infantil, adolescente y adulta.
- Necesidad de múltiples sesiones para obtener efectos estables.
- Coste elevado y disponibilidad limitada en algunos contextos clínicos.
- Variabilidad en los protocolos empleados entre centros.
- Necesita supervisión por parte de profesionales especializados.
Fuentes de referencia:
- Arns, M., Drinkenburg, W., & Kenemans, J. L. (2012). The effects of QEEG-informed neurofeedback in ADHD: An open-label pilot study. Applied Psychophysiology and Biofeedback, 37(3), 171–180. https://doi.org/10.1007/s10484-012-9191-4
- Pineda, J. A., Brang, D., Hecht, E., Edwards, L., Carey, S., Bacon, M., & Seidenfeld, M. (2008). Positive behavioral and electrophysiological changes following neurofeedback training in children with autism. Research in Autism Spectrum Disorders, 2(3), 557–581. https://doi.org/10.1016/j.rasd.2007.12.003
- Coben, R., & Myers, T. E. (2010). The relative efficacy of connectivity guided and symptom based EEG biofeedback for autistic disorders. Applied Psychophysiology and Biofeedback, 35(1), 13–23. https://doi.org/10.1007/s10484-009-9102-5
- Hammond, D. C. (2005). Neurofeedback treatment of depression and anxiety. Journal of Adult Development, 12(2–3), 131–137. https://doi.org/10.1007/s10804-005-7029-5
- Arns, M., de Ridder, S., Strehl, U., Breteler, M., & Coenen, A. (2009). Efficacy of neurofeedback treatment in ADHD: The effects on inattention, impulsivity and hyperactivity: A meta-analysis. Clinical EEG and Neuroscience, 40(3), 180–189. https://doi.org/10.1177/155005940904000310
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