«En contraste, Díaz-Orueta et al. (2016) señalan que las pruebas neuropsicológicas estandarizadas en lápiz y papel carecen de utilidad práctica y generalizabilidad en la vida cotidiana. Es acá donde la realidad virtual puede proveer una nueva forma de estudio de la memoria. Además sugieren que el uso de realidad virtual permite ser la solución a la utilidad de los estudios realizados, pues permiten la simulación de un entorno cotidiano sin sacrificar el control analítico.» (Archondo, 2017, p. 11)