Ahora que es tiempo de lecturas, podemos ver la neuropsicología inmiscuyéndose en relatos y novelas. No son definiciones exactas, no son cuadros clínicos claros, pero la belleza está en verlos, también, desde esa orilla.
Baricco triunfó y nos embelesó con SEDA,
https://es.wikipedia.org/wiki/Alessandro_Baricco
Tierras de cristal es igual de placentera, sutil y pasional,
Pero en esta novela describe no individualmente, sino con otros déficits, una agnosia de movimiento.
«Detener el mundo en su mirada» es una poética forma de llamarlo, pero fijaos en las descripciones:
«Mormy tenía algo complicado en la cabeza,. Quizás era una enfermedad.» (…) porque en su cabeza nunca habían podido entrar , en fila, rápidamente , todas esas imágenes. (…)
Carrera de caballos: él los veía partir; veía el instante en el que la masa de caballos y jinetes se retorcía como una ardiente muelle aplastado (…)Así corrían los demás hasta el final y vencía el vencedor entre el gran clamor de todos: pero Mormy todo eso no lo veía nunca. él la carrera se la perdía siempre, anclado en la salida.
(…) el resultado era que Mormy poseía del mundo una percepción, por decirlo así, intermitente. Una sarta de imágenes fijas-maravillosas – y jirones de cosas perdidas que jamás llegan hasta sus ojos. Una percepción sincopada. Los demás percibían el devenir. él coleccionaba imágenes. «
La poética y el relato no dejan que definamos la agnosia de movimiento de esta manera, no abundo más en el libro, que tiene muchas más descripciones de la visión y sentir de Mormy, porque no quiero desvelar otros sucesos posteriores.
A los que os apetezca leerlo no quiero adelantaros trama.
Pero esa sutileza de patología referida por Baricco me recordó, o mejor, me dio una intuición sutil y pensé …algo así debe ser sufrir una agnosia de movimiento.
Como siempre, seguro que irá unido a otras cosas, pocos déficits concretos y tan localizados vemos los neuropsicólogos, pero algo así debe ser.
Dice, «no llega a los ojos»..
no llega al cerebro y no es procesado el movimiento, con lo que nos quedamos con una sarta de imágenes fijas sin recomponer.