Abstract:
Los instrumentos de evaluación neuropsicológica actual carecen de validez ecológica. Como tecnología, especialmente la realidad virtual (RV), ha incursionado en el mundo de la evaluación cognitiva. La presente revisión de tema tiene como objetivo determinar el tipo de RV implementada para la evaluación neuropsicológica, También, evidenciar cuáles son los procesos cognitivos evaluados por medio esta tecnología para determinar preocupaciones son los escenarios de la vida cotidiana que mas implementan al diseñar entornos virtuales para mejorar la validez ecológica de la evaluación. Se hace una revisión bibliográfica internacional de los trabajos publicados en la base de datos PAGSudmed durante el periodo de tiempo de 2000 al primer semestre de 2021. Se incluyeron un total de 44 trabajos. El 52,3% trabajos implementa RV Inmersiva, seguida por la RV No Inmersiva con el 43, 2% y por del mes pasado RV semi-inmersiva, con 4, 5%. LaRV ha demostrado ser una herramienta prometedora para la evaluación de diferentes procesos cognitivos.
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El tercer proceso cognitivo más evaluado por medio de RV es la atención. Si bien existen varias alternativas de plataformas dirigidas a evaluar solo este proceso cognitivo o en compañía de otros, como la inhibición, tal como lo han hecho Rizzo (2002); Nolin et al. (2016) y Horan et al. (2020), la plataforma que mayor goza de reconocimiento y que actualmente se encuentra disponible de manera comercial es la de Iriarte et al. (2012) denominada “AULA Nesplora”. Esta es una de las propuestas que gozan de mayor evidencia científica actualmente, encontrándose estandarizada para sujetos de habla española. Es la interfaz virtual más utilizada actualmente como método para evaluar la atención, empleándose como una herramienta para apoyar el diagnóstico del TDAH.
El juego consiste en un test de ejecución continua inmerso en un salón virtual, el cual proporciona medidas de atención visual, auditiva y actividad motora, evidenciando validez convergente con el Test Performance Conners (CPT-II) y correlación con los índices de memoria de trabajo y velocidad de procesamiento de la Escala de Inteligencia WISC-IV, por lo que cuenta con una buena correlación clínica, fiabilidad en el diagnóstico de TDAH y alto valor predictivo, obteniéndose una clasificación acertada en un 93,5% de los casos y siendo importante mencionar que los resultados del test se ven afectados por la capacidad intelectual del individuo, por lo que solamente se considera como coadyuvante para el establecimiento del diagnóstico (Álvarez & Rufo-Campos, 2016; Díaz-Orueta et al., 2014; Fernández et al., 2012; Rufo et al., 2012).
De igual manera, el Aula Nesplora según Martínez (2017), aunque no se puede percibir como único elemento evaluador para la determinación diagnostica, reconoce que la plataforma es un mecanismo interesante para el uso clínico debido a la validez ecológica que puede aportar al proceso de evaluación, logrando capturar información sobre los diferentes procesos motores y atencionales de los sujetos expuestos. Es considerada una herramienta valida para le medición de procesos atencionales (Díaz-Orueta et al., 2014), ya que se ha logrado evidenciar que los niños con TDAH obtienen en esta plataforma puntajes más bajos en memoria de trabajo, velocidad de procesamiento y un rendimiento general más disminuido que el grupo control (Areces et al., 2018), logrando gracias a sus indicadores (comisiones, omisiones, actividad motriz y tiempos de respuesta) discriminar de manera adecuada entre las diferentes presentaciones del TDAH (inatento, hiperactivo/impulsivo y combinado). Esto evidencia ciertas ventajas del uso de la RV en la evaluación neuropsicológica de la atención (Areces et al., 2016; Rodríguez et al., 2018), como la posibilidad de controlar el efecto del tratamiento farmacológico, permitiendo la discriminación de los niños que se encuentran bajo prescripción médica de estimulantes y los que no (Díaz et al., 2016; Álvarez & Rufo, 2016).
Aunque el Aula Nesplora es la plataforma que más evidencia científica tiene, se han creado otras propuestas de RV para la evaluación de la atención, como la propuesta de Bioulac et al. (2012), que de igual manera simula un aula de clase e incorpora un test de ejecución continua. Este autor ha evidenciado que los niños que cuentan con el diagnóstico establecido obtienen peor rendimiento en comparación con los niños control, resultados que fueron confirmados posteriormente por Negut et al. (2016), quienes además ofrecen evidencia de la utilidad de la RV en el diagnóstico de problemas de atención, brindando mayor validez a la evaluación, reconfirmando que este tipo de herramientas discrimina entre niños diagnosticados y niños que no lo están, y confirmando que la RV es una herramienta idónea para la evaluación de la atención. Esto es debido a que permite agregar diferentes tipos de distractores que facilitan la discriminación entre los diferentes grupos, pues los niños con TDAH presentan una vulnerabilidad a distraerse o perder su foco atencional para responder a estímulos circundantes que son irrelevantes para la tarea que esta ejecutando en ese momento (Adams et al., 2009).
